¿Cómo preservar la identidad digital de los empleados sin asumir riesgos?
La identidad digital de tus empleados es un factor clave para la seguridad de tu empresa. Sin embargo, muchas veces se descuidan los riesgos asociados con esta gestión. Por eso, es fundamental implementar políticas de seguridad claras, educar a los empleados en ciberseguridad y abordar los riesgos que pueden conllevar otras personas no empleadas, como proveedores o socios.
En este artículo, te contamos todo esto y mucho más con todo lujo de detalles. ¡Acompáñanos!
¿Qué es la identidad digital?
La identidad digital es la representación electrónica y única de una persona o entidad en el entorno digital, por lo que incluye información personal, permisos que definen su presencia, credenciales de acceso y actividades online. La características clave de la identidad digital son:
- Unicidad. Cada individuo tiene una identidad única que lo distingue de los demás.
- Persistencia. Tiende a ser duradera en el tiempo a pesar de que la información personal pueda cambiar o actualizarse.
- Digitalización. Se basa en información digitalizada que puede almacenarse, transmitirse y procesarse de forma electrónica.
- Autenticación. Puede ser verificada mediante mecanismos de autenticación, como contraseñas o certificados digitales.
- Multifactorial. Para aumentar su seguridad, a menudo se basa en múltiples factores de autenticación, como algo que el individuo sabe (como una contraseña), algo que posee (como un token de seguridad) y algo que es inherente (como una huella dactilar).
- Privacidad. La identidad debe proteger la privacidad del individuo y su información personal.
- Gestión. Requiere una gestión adecuada para garantizar su integridad, seguridad y precisión.
- Interoperabilidad. Debe poder utilizarse en distintas plataformas y servicios online de forma segura.
Estas características propias de la identidad digital son fundamentales para asegurar la autenticidad, la privacidad y la seguridad en el entorno digital actual.
Consejos para reducir el riesgo y aumentar el cumplimiento
Estas recomendaciones son claves para reducir el riesgo asociado a la identidad digital de tus empleados, así que, presta atención:
- Establece políticas de seguridad claras. Define y comunica políticas de ciberseguridad con requisitos para contraseñas seguras, autenticación multifactor y mejores prácticas en el uso de la identidad digital.
- Educa y conciencia a tus empleados en ciberseguridad. Capacita a tu plantilla sobre las amenazas comunes de ciberseguridad, como el phishing, el malware y el robo de identidad.
- Implementa controles de acceso adecuados. Establecer políticas de acceso basadas en roles y privilegios, asegurando que los empleados solo tienen acceso a los sistemas y datos necesarios para realizar sus tareas.
- Vigila y detecta comportamientos anómalos. Para ello, puedes utilizar herramientas de monitorización y análisis de comportamientos anómalos que puedan indicar malas prácticas con la identidad digital.
- Implementa técnicas adecuadas. Las políticas de ciberseguridad deben ir respaldadas por medidas técnicas apropiadas, como firewalls, sistemas de detección y prevención de intrusiones o antivirus, entre otras.
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¿Qué sucede con los riesgos de los no empleados?
La falta de una gestión adecuada de las identidades de los no empleados, como proveedores, socios o freelancers, puede plantear varios riesgos en una organización:
- Acceso no autorizado. Si sus identidades no se gestionan correctamente, existe un riesgo de que estas personas o entidades obtengan acceso no autorizado a sistemas, datos y recursos internos. Esto puede ocurrir si se les proporcionan credenciales o permisos excesivos, si se les otorga acceso prolongado o si sus cuentas no se desactivan una vez que su relación con la organización ha finalizado.
- Fuga de datos. Estas personas, a menudo, tienen acceso a información sensible o confidencial de la organización. Si no se implementan controles adecuados, existe el riesgo de que divulguen, roben o utilicen de forma inapropiada los datos a los que tienen acceso. Esto puede tener graves consecuencias para la privacidad, la reputación de la empresa y el cumplimiento de las regulaciones.
- Vulnerabilidades de seguridad. Las identidades de los no empleados pueden representar una superficie de ataque adicional para los ciberdelincuentes. Si utilizan sistemas o dispositivos no seguros o si sus credenciales son comprometidas, los atacantes pueden aprovechar estas vulnerabilidades para infiltrarse en la red de la organización y llevar a cabo actividades maliciosas.
- Incumplimiento normativo. Muchas industrias y regulaciones gubernamentales exigen que las organizaciones gestionen adecuadamente las identidades de todos los usuarios, incluidos los no empleados. Si no se cumplen estos requisitos, la organización puede enfrentar multas, sanciones y daños a su reputación.
Para mitigar estos riesgos, es importante implementar un enfoque estructurado y centrado en la gestión de identidades de las personas que no son empleadas. Esto implica establecer políticas claras y procedimientos para otorgar y revocar el acceso, utilizar soluciones de gestión de identidades y accesos (IAM) para administrar y auditar las identidades de los no empleados, y educarlos sobre las mejores prácticas de seguridad.
Al abordar los riesgos asociados con las identidades de los no empleados, las organizaciones pueden garantizar un enfoque más completo de la ciberseguridad y proteger de manera más efectiva sus activos digitales y la confianza de sus clientes y socios comerciales.
Contáctanos hoy mismo y descubre cómo podemos ayudarte a preservar la identidad digital, tanto de los empleados como de otras personas que colaboran con la empresa.