La seguridad de la información se ha convertido en una prioridad fundamental para las empresas. Una de las áreas clave en la protección de datos y sistemas críticos es la gestión de identidades y accesos. Con la creciente amenaza de brechas de seguridad y ataques cibernéticos, elegir la solución de identidades adecuada es un factor crucial.
En este artículo, explicaremos los aspectos a considerar al seleccionar una solución de identidades y accesos, desde la implementación del doble factor en los sistemas críticos hasta la gestión automatizada del ciclo de vida de las identidades. Además, analizaremos la importancia de garantizar la seguridad en las cuentas de administrador y cómo una gestión eficiente puede fortalecer la protección de la información empresarial.
Con estos aspectos en mano, podrás tomar decisiones informadas y estratégicas para proteger tu organización contra posibles amenazas y salvaguardar la integridad de tus sistemas y datos.
Presta atención a los siguientes aspectos a tener en cuenta al seleccionar una solución de identidades y accesos para tu organización.
Con el objetivo de salvaguardar la seguridad de la empresa, queremos destacar la importancia de simplificar la gestión de privilegios. Es fundamental que los usuarios tengan acceso exclusivo a la información y herramientas necesarias para realizar sus labores. En este sentido, es importante encontrar un equilibrio en la asignación de privilegios, ya que conceder demasiados permisos puede comprometer la seguridad, mientras que otorgar pocos permisos puede generar riesgos al permitir a los usuarios solicitar privilegios adicionales argumentando la agilidad en el trabajo.
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En situaciones con un número limitado de usuarios, es posible asignar los permisos de forma individualizada. No obstante, cuando se trata de un gran número de usuarios, se recomienda gestionar los permisos mediante grupos. Por ejemplo, se pueden crear grupos según las áreas de la empresa, como contabilidad, pedidos, dirección, marketing, entre otras. Cada grupo contará con los privilegios necesarios para desempeñar sus funciones. Si un usuario requiere acceso a un nuevo recurso, se le proporcionará un acceso específico o se creará un nuevo grupo de usuarios.
La gestión de identidades es un componente esencial para proteger los sistemas críticos de una empresa contra accesos no autorizados. En la actualidad, el uso exclusivo de contraseñas como medida de seguridad ya no es suficiente debido a diversos factores.
Los ciberdelincuentes emplean tácticas como el phishing, ataques de fuerza bruta o incluso creación de contraseñas personalizadas para descubrir las claves de los usuarios. Además, existe el riesgo de que estos opten por utilizar la misma contraseña para todos sus servicios, lo que aumenta la vulnerabilidad en caso de que una de ellas sea comprometida. Incluso las contraseñas que no cumplen con los requisitos mínimos de robustez pueden ser fácilmente descifradas mediante pruebas exhaustivas.
Por lo tanto, es fundamental considerar la implementación de un sistema de autenticación de doble factor siempre que sea posible. Esto implica agregar un segundo factor, como la autenticación biométrica, sin descuidar la facilidad de uso.
En cualquier organización, existen empleados que poseen privilegios de administrador, lo que les otorga los permisos más elevados en sus perfiles de usuario. Estos empleados desempeñan tareas críticas que son indispensables para el correcto funcionamiento de la organización, como la gestión de permisos de otros usuarios.
Estos perfiles deben protegerse correctamente con el fin de salvaguardar la seguridad de los sistemas y la información que se almacena y administra en ellos.
Es el conjunto de procesos y herramientas utilizados para administrar de manera eficiente las identidades de los usuarios a lo largo de su ciclo de vida dentro de la empresa. Esto implica desde la creación inicial de identidades hasta su eliminación cuando los usuarios ya no las necesiten. Su gestión automática ofrece numerosos beneficios para las empresas, como agilidad y simplificación en el proceso de incorporación de nuevos empleados.
En la gestión automática del ciclo de vida de las identidades, se lleva a cabo una serie de procesos para administrarlas de manera eficiente. El primer paso es dar de alta a los usuarios en los sistemas, lo cual implica registrar su información personal, atributos relevantes como horario o cargo, y asignarles credenciales como un ID de usuario y una contraseña.
Una vez que los usuarios están registrados, se procede a la autenticación, que es el proceso de verificar la identidad de los usuarios para asegurarse de que son quienes dicen ser. Cuando se ha autenticado al usuario, se realiza la autorización, que implica verificar si el usuario tiene los derechos y privilegios necesarios para acceder a los recursos o realizar determinadas acciones dentro del sistema.
Es importante establecer políticas de control de acceso que aborden la gestión de cuentas en casos de cambios que afecten a las personas, así como realizar auditorías periódicas para verificar la validez de los permisos otorgados. Estas políticas deben garantizar que, al cambiar de grupo de usuarios, los empleados no conservan los privilegios del grupo anterior. También es importante revisar regularmente los permisos concedidos para asegurarse de que sigan siendo necesarios y dar de baja a los usuarios que abandonen la empresa.
La implementación de estas medidas evita accesos no autorizados a la información y herramientas de la empresa, ya sea de forma accidental o intencionada, fortaleciendo así la seguridad organizacional. Si deseas obtener más información, te recomendamos descargar nuestro vídeo sobre los aliados perfectos de ciberseguridad: contraseñas y accesos.